-Rockström et al. (2009)-
“Las brechas de rendimiento son grandes en estas regiones y no se deben a la falta de agua per se, sino más bien al manejo ineficiente de agua, suelo y cultivos“. En efecto, la agricultura de secano juega y continuará jugando un rol dominante en la provisión de alimentos y medios de vida para una creciente población mundial. Las regiones del mundo dentro de la sabana semi-árida y sub-húmeda seca y la estepa, se describen como zonas críticas del mundo (hotspots) en relación con sus limitantes de agua para la producción de alimentos, la alta prevalencia de malnutrición y pobreza, así como el rápido incremento en la demanda de alimentos. Se requieren mayores inversiones para proteger el agua en la agricultura. Las brechas de rendimiento son grandes en estas regiones y no se deben a la falta de agua per se, sino más bien al manejo ineficiente de agua, suelo y cultivos. Una evaluación de opciones para este manejo indica que existen conocimientos para mejorar las tecnologías, los sistemas de manejo, y los métodos de planeación. Una estrategia clave es minimizar el riesgo de pérdidas en los cultivos, inducidas por cortas sequías críticas e inesperadas, lo cual requiere hacer énfasis en sistemas de cosecha de agua para riego suplementario. La adopción a gran escala de sistemas de cosecha de agua requerirá un cambio de paradigma en el Manejo Integrado de Recursos Hídricos (MIRH): en el cual la precipitación sea considerada el punto de partida para el control o manejo de agua dulce, incorporando recursos de agua verde (agricultura de secano sustentable y ecosistemas terrestres) y recursos de agua azul (escorrentía local). (leer más)