Un caso exitoso de restauración de paisaje en Brasil

Un caso exitoso de restauración de paisaje en Brasil

-Presentado por Jorge Luís Quintanilla y Adam Keough-  Te presentamos “Conservador Das Aguas”, un proyecto de restauración a escala municipal con un mecanismo de financiamiento sostenible y pago por servicios ecosistémicos (PES). Este intercambio puede ayudarnos en la implementación de todos nuestros proyectos con el enfoque ASA para la conservación y restauración de agua y suelo.

Un equipo de CRS y socios realizaron una gira a Brasil para participar en un intercambio de experiencias en el municipio de Extrema. En este blog ya compartimos los aprendizajes de uno de los miembros de equipo sobre esta visita; pero hoy nos envían unas interesantes notas desde Cáritas Santa Ana y una presentación del equipo de CRS que amplían esta visión. Adam Keough nos presenta la experiencia del proyecto “Conservador Das Aguas”, así como un breve resumen de las reflexiones del equipo:

En palabras de Jorge Quintanilla, Cáritas Santa Ana también nos ofrece sus reflexiones sobre esta experiencia y su relevancia para la ejecución de los proyectos que estamos implementando:

Sobre la experiencia del municipio de Extrema para nosotros fue interesante que un problema que aquejaba a una población pudiera ser canalizado por una persona, Paulo Henrique. Es destacable que lograra hacer eco en una institución como la Secretaría del Medio Ambiente; pero principalmente que pudiera hacer eco en la comunidad. Comprendimos que una persona puede generar un proceso y liderarlo, si sabe enfocar de manera positiva un problema. Es decir, transformarlo en un proceso innovador y venderlo con un nombre atractivo (Conservador de Aguas).

Un problema grande enfocado en acciones sencillas

En Extrema el problema enfrentaba la escasez del agua, la degradación del suelo y la deforestación de Mata Atlántica. Este problema tenía una dimensión grande; sin embargo, se definió comenzar con acciones puntuales y en áreas puntuales. De esta manera, se lograría demostrar con acciones sencillas los cambios y los resultados que serían reconocidos y valorados por todas las personas involucradas y, especialmente, por aquellas que se beneficiarían de estos resultados.

Una experiencia que supo llevarse a escala

Ahora bien, el proyecto no se conformó con una experiencia exitosa, sino que “Conservador de aguas” se enfrentó a nuevos retos, identificando otras zonas donde pudiera replicarse esta estrategia para lograr la multiplicación y el escalamiento, basado en la demostración de los resultados. La estrategia del proyecto fue dividir el territorio de Extrema en microcuencas para definir áreas de trabajo y restauración. En estas microcuencas, la población pudo ir midiendo el avance y viendo claramente los resultados que se iban obteniendo.

Algo importante, desde nuestro punto de vista, fue que los actores tenían muy bien identificado el problema que en ese momento les aquejaba. El proyecto “Conservador de Aguas” se sirvió del momento para cimentar su estrategia, concentrándose en los actores que ya tenían una conciencia por trabajar, y transformando el territorio colaborativamente, y mediante pequeños incentivos que sirvieron para mostrar resultados y comenzar el proceso de escalamiento con otros en territorio.

Una iniciativa que utilizó incentivos motivadores

El incentivo se estableció por prácticas realizadas en terreno, no por área protegida, lo cual permite que las familias campesinas agreguen más practicas a sus fincas, y que siempre mantengan el incentivo de seguir innovando y protegiendo sus parcelas.

Supo mostrar resultados de forma empírica y científica

El otro aspecto importante fue poder demostrar, con hechos sencillos pero científicos, los resultados. Con ello, los resultados pueden ser validados de manera empírica -como el rescate del caudal en un rio-; y de manera científica -como el aumento de materia orgánica en el suelo por efecto de la cobertura vegetal-.