-Escrito por Elizabeth Vargas (CRS) y equipo Fundación AGRECOL Andes- A partir de su experiencia en Centroamérica, CRS inició el proyecto Cosecha Azul el 2017, en las cuencas Collpa y Keraya del Municipio de Vinto en Cochabamba (Bolivia), el cual es ejecutado por Fundación AGRECOL Andes.
En este espacio, compartimos algunos aprendizajes del primer año de trabajo, resultado de una reflexión con los agricultores, promotores, líderes de la organización campesina y los técnicos que participan en el proyecto.
Las cuencas Collpa y Keraya, tienen pisos ecológicos que relacionan zonas de valle, cabeceras de valle con la puna, en una altura que oscila entre los 2600 a 4600 msnm; con una precipitación anual entre 375 a 546 mm; por la escasa vegetación, son zonas con alto riesgo a la erosión hídrica y eólica. Las cuencas Collpa y Keraya son parte de la Cordillera de Tunari y del Parque Nacional Tunari, considerado reservorio acuífero de la Región Metropolitana de Cochabamba.
En Collpa y Keraya habitan 6 comunidades quechuas productoras de tubérculos (papa) y cereales (trigo, cebada), y también se dedican a la crianza de ganado menor (ovejas). Antiguamente eran criadores de ganado camélido, característica que ha cambiado por su necesidad de ampliar su producción agrícola (papa). Estas comunidades están organizadas en sindicatos (6) comunales, los cuales conforman las (2) subcentrales campesinas.
Bajo ese contexto se inició el proyecto Cosecha Azul y, después de un año de intervención, algunos aprendizajes que resaltamos se relacionan con: la planificación, la metodología y los aspectos técnicos.
Planificación: Prever tiempo para socialización y arranque del proyecto
Collpa y Keraya eran una zona nueva de intervención de Fundación AGRECOL Andes y CRS, por tanto, el arranque del proyecto no fue inmediato, ha requerido todo un proceso de socialización para el inicio del proyecto, el cual ha tomado alrededor de tres meses. Esta situación nos mostró que, cuando se trata de un proyecto nuevo, en una zona nueva, es muy importante considerar el tiempo que se requiere para socializar el proyecto, no sólo para que los actores tengan claro las actividades a realizar, sino también para construir lazos de confianza. Este aprendizaje, aunque parezca obvio, es relevante para el proyecto y lo mencionamos pues muchas veces se suele “perder de vista” al momento de la planificación.
Una reflexión que surge a partir de este aprendizaje es que, nuevamente, sale a luz la importancia de construir proyectos de manera participativa. Por la presión de tiempos en la generación de proyectos para aplicar a una oportunidad con algún donante, muchas veces las propuestas de proyectos no son participativas (construidos desde “abajo”). Este aspecto repercute posteriormente en el momento de la implementación del proyecto; los actores deben conocer primero lo que se quiere hacer con el proyecto, para luego comprometerse en su ejecución; aspecto que implica mayor tiempo en el inicio del mismo.
Metodología: Coordinación estrecha con la organización matriz
Un aspecto clave para la construcción de confianza y también para la implementación del proyecto ha sido la coordinación estrecha con la organización campesina. En concreto, los técnicos participaron de manera constante en las reuniones mensuales de los sindicatos y de la subcentral campesina de cada cuenca (Collpa y Keraya). En estas reuniones aprovechaban para informar lo realizado en el mes y planificar las actividades del siguiente mes. Esos espacios, fueron también, lo que se llama en CRS, espacios de “rendición de cuentas”, porque ahí los agricultores y líderes expresaban sus opiniones respecto del proyecto, indicando observaciones, dando sugerencias y ejerciendo control social para el cumplimiento de lo planificado. Esta práctica fue catalogada como muy buena por parte de los técnicos y la organización campesina, por lo que AGRECOL continuará haciendo lo mismo en los próximos años de ejecución del proyecto.
Otro aspecto, que tiene que ver con la metodología de trabajo y la coordinación con la organización campesina, es la importancia de mostrar apertura a cuestiones sociales y culturales al momento de implementar acciones técnicas del proyecto. En el caso de Collpa y Keraya, el tema de manejo de pasturas nativas y protección de fuentes de agua resultaron ser temas “sensibles” por cuanto tiende a generar conflicto la idea de hacer “cercos de protección” (tenían temor que eso significara apropiación de la tierra por parte de personeros del Parque Nacional Tunari). Lo que hicieron los técnicos fue explicar técnicamente los beneficios de esas prácticas en cada reunión comunal y de la subcentral; posteriormente dejaron que la organización campesina decida la realización (o no) de las prácticas programadas.
Los técnicos mostraron apertura y flexibilidad en esa situación “sensible” y, finalmente, en Collpa y Keraya, la organización campesina decidió no realizar el manejo de pasturas pero sí la realización de “cercos de protección” (protección de fuentes de agua). Lo sorprendente, en este caso, es que la organización de Collpa decidió la protección de mayor área (96.56 has) a la planificada en el proyecto (25 has) inicialmente.
Metodología y aspectos técnicos: Ajustes en la propuesta
Es importante estar abiertos a las propuestas de los agricultores y sus líderes para hacer ajustes en el diseño técnico de la propuesta del proyecto. Eso sucedió en la experiencia de Cosecha Azul Vinto en varios aspectos; uno de ellos fue incluir la promoción de prácticas agroecológicas en sus parcelas de papa, no sólo concentrarse en la promoción de parcelas SAFs (Sistemas Agroforestales).
En el primer año de intervención se han promovido 98 parcelas con Sistemas Agroforestales (SAFs) en 6 Has; al revisar la experiencia, los agricultores plantearon que se trabaje no sólo con las parcelas SAFs, sino también promover Buenas Prácticas Agrícolas (BPAs) en otras parcelas donde producen papa; ampliando así la experiencia. De esa manera, el equipo técnico incluyó esa propuesta para el segundo año del proyecto, sin descuidar el seguimiento necesario a las parcelas SAFs.
Las reuniones mensuales de las comunidades y de las subcentrales, donde los técnicos participaron periódicamente por ser espacios de planificación y de “rendición de cuentas”, fueron también espacios donde se generaron este tipo de propuestas de los agricultores. Por tanto, definir espacios de “rendición de cuentas”, ayuda no sólo para una comunicación fluida con la gente, sino para recibir propuestas de parte de los beneficiarios del proyecto.
Metodología y aspectos técnicos: La gente necesita convencerse para implementar algo nuevo
Al inicio de la intervención, se anotaron varios agricultores para la implementación de parcelas SAFs. Al momento de implementarlas hubo algunas dificultades, entre ellas: no aparecían todos los anotados, destinaban parcelas de áreas muy pequeñas, o bien en áreas muy alejadas con pocas condiciones para la implementación de SAFs (p.e. sin acceso a riego), etc. Aún con esas dificultades, el equipo mantuvo su propuesta con criterios claros sobre la forma y el lugar de intervención. Posteriormente, cuando los agricultores fueron viendo los avances (p.e. la plantación y prendimiento de frutales de manzana y durazno), hubo algunos cambios: gente que había desaparecido, volvió a aparecer; gente que había destinado parcelas muy pequeñas, planteó cambiar las mismas hacia parcelas más grandes; aparecieron nuevas personas para anotarse y ser parte de la experiencia.
El aprendizaje de esta situación es que los agricultores, como toda persona, necesitan convencerse que algo “nuevo” funciona y promete buenos resultados. Por ello al inicio suelen empezar pocos y eso no debe ser motivo de desánimo; si la propuesta es seria y respaldada técnicamente, entonces la experiencia avanzará. En ese sentido, la recomendación concreta a partir de esta experiencia sería que cuando se promueve algo nuevo, primero debe contar con un respaldo técnico sólido y, al mismo tiempo, ser perseverantes en el camino hasta lograr los resultados.
Planificación: Adecuada selección del equipo técnico
CRS y la Fundación AGRECOL Andes tuvieron la minuciosa tarea de seleccionar un equipo técnico con amplia experiencia y con capacidades para desarrollar acciones de manera coordinada. Este fue un elemento fundamental para el éxito en la ejecución del primer año del proyecto.
Para concluir simplemente remarcar la importancia de reflexionar sobre los aprendizajes en un proceso de intervención; este aspecto ayuda a cualificar el trabajo que realizamos en bien de la gente, los recursos naturales y el agua.