-Escrito por Mar Martín, gestión del conocimiento del programa ASA- El 15 de octubre es el Día Internacional de las Mujeres Rurales y queremos celebrarlo en este blog trayendo su voz. Hace dos semanas, estuve de gira en Nicaragua. Mis compañeros me tenían preparada una sorpresa que me hizo muy feliz: habían reunido un nutrido grupo de mujeres para que yo las entrevistara. Como leo en la página de ONU Mujeres: “Las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial (…) Garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades y construyen la resiliencia climática. Sin embargo, cuando se trata de la posesión de la tierra y del acceso a los insumos, la financiación y la tecnología agrícolas para la resiliencia climática, las mujeres se ven mucho más relegadas que los hombres”.
Las mujeres que me presentaron trabajan como técnicos, en diferentes organizaciones e instituciones, y promueven el enfoque ASA en la agricultura. En esos días, estaban recibiendo una capacitación con el programa de Formación de Formadores (FdF) para granos básicos. Después de recibir esta capacitación, ellas irán a replicarla en sus organizaciones. Todas me hablaron de la sequía que ha afectado este año a Nicaragua, como ha afectado al resto de la región. Por eso, me parece que sus palabras tienen un mayor interés, si cabe, y nos sirven también para que, al día siguiente, el 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, hagamos un llamado de emergencia.
La primera de nuestra ronda de honor es Berta Valle, trabaja con nuestro socio en Nicaragua de Cáritas Matagalpa y lleva años poniendo en práctica el enfoque ASA con las familias que asesora como extensionista, por eso ha logrado ver resultados claros entre las prácticas ASA y la convencionales.
Hemos estado monitoreando la cantidad de lluvia que cae. Por ejemplo, este año en lo que va de ciclo, han caído 300 milímetros de agua. Hemos podido mitigar la parte productiva con las prácticas de conservación de agua. Este año nos hemos dado cuenta de que estas prácticas que estamos haciendo, sí nos ayudan a mitigar el cambio climático. Este año, en los indicadores que estamos monitoreando hemos tenido diferencias muy significativas entre las parcelas ASA y las parcelas convencionales. Hemos logrado hasta un 50% más de rendimiento en la parcela ASA que en la testigo. Los productores están muy satisfechos con el proyecto. Eso es porque después de tres años trabajando con la cobertura, ya tenemos un resultado más alto de materia orgánica. Tenemos resultados de incremento desde 0.8 % hasta 1.5 % de materia orgánica. Ahora sí estamos viendo bastante las diferencias de cómo trabajaban convencionalmente, que no dejaban la cobertura, practicaban la quema y no se le da el manejo adecuado a la conservación. Los productores ven que tienen suelos más fértiles, que tiene más capacidad para retener la humedad, que hay más cosecha de agua, que la poca agua que cae está siendo bien aprovechada por los cultivos y así ellos garantizan su producción.
Angélica Larios, del Jícaro, Nueva Segovia, trabaja con la Fundación Fabretto, especialmente enfocados en el trabajo con jóvenes y prejóvenes. En estos días asistía al programa de Formación de Formadores que le servirá para replicar en su organización.
A los jóvenes de la comunidad en la que estoy trabajando la sequía les ha afectado muchísimo. Ellos han tenido muchísimas perdidas y les ha tocado migrar hacia otros países, hacia otros municipios: para trabajar por ejemplo en el tabaco o en la corta de café hacia Honduras. Ellos no han venido prosperando. La idea de nosotros es trabajar con ellos, que estén más preparados para lo que viene y que no estén destruyendo lo poco que tienen. Para que no les toque salir hacia otros países, hacia otros lugares.
En la comunidad en la que estamos, estamos a tiempo. Yo recuerdo un maestro que él me decía: he trabajado con varios productores, he venido trabajando con 5 o 6, yo digo que si yo estoy trabajando con el futuro de una comunidad entonces yo los puedo convencer para que ellos trabajen con sus padres y comiencen a trabajar con ellos. En este caso, que comiencen a hacer conservación de suelos, que eviten especialmente las quemas. Para poder trabajar con ellos necesitamos que ellos estén empapados del contenido que hemos recibido aquí. Es uno de los puntos que se debe trabajar desde el inicio.
Finalmente, Antonia Girón, de la organización Maonic (Movimiento de Productoras y Productores Agroecológicos y Orgánicos de Nicaragua) que agrupa a más de 19 mil productores y productoras. Ellos ya participaron del programa de formación de formadores en café y ahora están capacitándose para la formación de formadores en granos básicos.
Andamos aproximadamente en el departamento trabajando con 40 mujeres, pero en todo lo que es la zona del pacífico sur, redondeamos a 80 mujeres. Cuando nosotras tenemos monocultivos somos más vulnerables a este tipo de problemas con la sequía y nos obliga a la migración y a buscar trabajo en otro sitio. Por eso nosotros estamos manejando la diversificación de cultivos, para mitigar estos tiempos de sequía. Esto permite tener parcelas pequeñas, con diferentes tipos de cultivos además de los granos básicos. Yo recibí el año pasado la réplica del programa de formación de formadores para café en mi organización. Una alternativa para mejorar la producción, mejorar la productividad y hacer correcciones en el suelo. La ventaja de este programa son las diferentes alternativas para la corrección, la enmienda y la mejora productiva de los cultivos. Esto ayuda a las productoras para que vayan mejorando las condiciones de su suelo y logren mejores resultados en su finca.