¿Será el problema del agua lo que nos ayude a trabajar colaborativamente?

¿Será el problema del agua lo que nos ayude a trabajar colaborativamente?

-Entrevista con Wilfredo Moran, Raíces Ahuchapán- Esta semana estuvimos trabajando, con los equipos de CRS en la región, sobre nuestra estrategia de agricultura para los próximos años. Discutimos mucho sobre la relevancia que el agua tendrá en el futuro de la agricultura y cómo debíamos posicionarla en nuestra estrategia. Recordaba, en estas reflexiones, la entrevista con Wilfredo Moran porque el agua es un problema que nos puede ocasionar graves conflictos; pero también puede cohesionarnos en torno a una visión compartida del problema. Ya hemos hablado en este blog sobre experiencias de desarrollo vinculadas al problema del agua (aquí y aquí). Wilfredo ha tenido experiencias muy positivas en el trabajo con comunidades rurales. Ha podido ser testigo de cómo las comunidades aprenden a trabajar colaborativamente, incluso en los contextos menos motivadores, como la posguerra salvadoreña. Wilfredo piensa que hay iniciativas que no solamente sirven para reunir a todos y todas bajo el mismo objetivo, sino que se convierten en escuelas para que las comunidades, que no han tenido la oportunidad de trabajar colaborativamente, aprendan este ejercicio de gobernanza en la práctica. Con él ya hemos contado en este blog en otras ocasiones( aquí y aquí) pero hoy hemos ido a preguntarle concretamente sobre lo que él llama “iniciativas aglutinadoras”.

 

Para mí estas iniciativas se identificaban con proyectos emblemáticos, aglutinadores. El secreto está en descubrir cuál es esa iniciativa aglutinadora y apoyarla. Esa iniciativa aglutinadora les enseña a trabajar juntos.

Un ejemplo fue en la laguna de Olomega, el mayor cuerpo de agua dulce de la zona oriental de El Salvador, donde nos tocó llegar.  Lo actores estaban como peleados pero la “lechuga” (una planta flotante que amenaza la estabilidad de las lagunas costeras) era un problema para todos. Les dijimos “qué les parece si nosotros les apoyamos para que ustedes se junten para resolver este problema”. Eso sirvió para que ellos comenzarán a eliminar sus aristas y fueran poniéndose de acuerdo para hacer esa iniciativa común.

 Posteriormente, este fue un espacio que sirvió para otras cosas. Para mí eso fue de lo mejor que ocurrió: los lagos y lagunas tienen su propia regulación para la pesca y gracias a este espacio se logró que entre todos ellos se pusieran de acuerdo para que la regulación la hicieran con el ministerio, pero contando con su participación. Lograron que los del ministerio anduvieran en la madrugada con ellos, en las lanchas, para ver ciertas cosas.  Y fue bien bonito porque al final ellos participaron en la regulación.

Entonces, eso para mí es clave: encontrar esa cosa que les es molesta, ese problema común a todos, que podemos llamar “la iniciativa aglutinadora”.

 

¿Es el agua una iniciativa aglutinadora?


Eso les ayuda a convencerse, a familiarizarse, a aprender a trabajar juntos; a pesar de las diferencias. Porque el secreto está en eso y esto es una sugerencia para todos los que estamos pensando en este proyecto de Raíces. Nosotros, en Raíces, tenemos definido que esta iniciativa aglutinadora tiene que ver con el agua y yo me pregunto: hasta qué punto, está forzado.

Yo siento que es un tema importante, y que sirve para tener una perspectiva compartida, de un bien que necesita acción compartida y hay bastantes problemas en torno al agua. Tiene mucho sentido. Pero no tiene la flexibilidad de que cada uno se organice. Hasta qué punto este es el problema más sentido. Porque en algunos casos puede ser la contaminación del agua, en otros la escasez o en otros la falta de cobertura.

Es importante definir qué es lo más necesario en cada zona, quizá construir negocios basados en el manejo de los recursos. Esto es una cosa que a lo largo del tiempo yo he aprendido. Que en el diseño de las iniciativas, programas y proyectos debe haber suficiente margen de maniobra para responder a las ventanas de demandas, a las necesidades específicas de los territorios. De lo contrario, si se detallan de antemano demasiadas cosas, no puedes hacer lo que están necesitando. Entonces es necesario plantear las cosas con esa visión más amplia, de lo que también se llama “un manejo más adaptativo” para responder a las especificidades de los territorios.

 

La iniciativa como una escuela para el nuevo paradigma

La iniciativa aglutinadora es una escuela. Es una escuela porque definitivamente la gente debe tener una oportunidad de formación y eso es fundamental. Ese es el punto. El punto es que resolver el problema es la excusa, no es el fin. Es la excusa para que la comunidad, la gente, todas sus generaciones, quieran esa formación que les permita tener un nuevo paradigma.

Ese es el punto, porque de eso depende la sustentabilidad de todo este proceso. En otras palabras, se necesita formación para manejar los mecanismos de poder. Y necesitan también un apoyo con ciertos recursos, un apoyo que les permita superar la frustración de saber “qué se puede hacer” pero “no poder hacerlo”. Porque es bastante frustrante, a veces. Llegamos a las comunidades con un montón de capacitaciones, pero no se acompaña con esos recursos mínimos que ayudan a que la gente tome la iniciativa. Siempre va a haber diferentes barreras: está la falta de recursos, está la ausencia de políticas adecuadas. Pero estas iniciativas serán una escuela sobre cómo se negocia. Y, en realidad, esta es su agenda, esta es la agenda de las comunidades rurales.