La pérdida del suelo fértil de El Salvador se encuentra en un momento crítico. Este país pequeño en Centroamérica es uno de los más deforestados del hemisferio. Menos del cinco por ciento de sus bosques naturales se encuentran intactos. Las prácticas agrícolas inadecuadas han hecho tanto daño que el 75% de sus tierras de cultivo están tan agotadas que no pueden retener agua ni nutrientes vitales. Como consecuencia, aproximadamente 400.000 agricultores de pequeña escala están constantemente luchando para cultivar y producir suficiente alimentos para mantener a sus familias y ganarse la vida de una manera digna.
Revertir esta tendencia requiere un abordaje integral que vaya más allá de enfocarse en agricultores individuales. Para conseguir un cambio sistémico es necesario la adopción de todo un ecosistema.
Este es el objetivo de Raíces Ahuachapán. Creado en 2018 y financiado por la fundación Howard G. Buffett, el proyecto de 12 años está poniendo en práctica las innovadoras prácticas de Agua y Suelo para la Agricultura (ASA) para transformar una franja de paisaje agrícola deteriorado—alrededor de 12.140 hectáreas—en el departamento occidental de Ahuachapán en El Salvador. Con el enfoque comprobado de ASA en la gestión del suelo y el agua, Raíces Ahuachapán trabaja para aumentar la productividad de los cultivos y mejorar los medios de vida de las familias agrícolas, mientras protege los suministros de agua comunales.
El programa Raíces Ahuachapán se implementa a través de cuatro líneas de acción fundamentales:
Restaurar el paisaje agrícola
Promovemos prácticas agrícolas para el uso eficiente del agua y la restauración ambiental en todo el paisaje para renovar los servicios de los ecosistemas, aumentar la producción vegetativa (cultivos, pastos y bosques) y, en última instancia, mejorar la producción de agua.
Construir una red sólida de proveedores de asistencia técnica
Trabajamos con el gobierno local y nacional, y organizaciones de desarrollo agrícola, entre otros, para crear una red sólida de trabajadores de extensión agrícola, que puedan motivar y capacitar a los agricultores para implementar una agricultura que usa eficientemente el agua en sus parcelas.
Fortalecer la capacidad local para la planificación del paisaje agrícola
A través de una serie de subsidios que financian proyectos de desarrollo comunitario, empoderamos a los actores locales para que trabajen juntos en identificar los desafíos de sus comunidades y proponer soluciones.
Crear oportunidades para los jóvenes
El proyecto posiciona a los jóvenes para que se conviertan en profesionales y líderes que comparten nuestro objetivo de transformar el enfoque de la agricultura en toda la región, mediante la educación formal, la capacitación en el trabajo y el espíritu empresarial.
Los siguientes cuatro enfoques y seis principios son fundamentales para nuestro éxito:
Cuatro áreas de enfoque | Seis principios |
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1. Priorizar los cultivos de cobertura y el manejo de la fertilidad del suelo mediante ASA.
2. Restaurar los recursos hídricos a través de prácticas sostenibles de agricultura y conservación medioambiental. 3. “Rejuvenecer el paisaje” e involucrar a los jóvenes en cada etapa. 4. Construir una economía agrícola dinámica, basada en los principios de la economía social. |
1. Hacerlo simple.
2. Priorizar al agricultor, la dignidad humana y el empoderamiento. 3. Cultivar una visión compartida para la restauración del paisaje agrícola. 4. Trabajar a escala y en varias dimensiones. 5. Coinversión y corresponsabilidad entre múltiples actores. 6. Aprendizaje continuo y flexibilidad. |
Cáritas Santa Ana – una organización caritativa con amplia experiencia y capital social en el área.
PRISMA – una fundación regional para el diálogo y la investigación sobre el desarrollo y el medio ambiente.
Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT)- un centro de investigación que forma parte del sistema CGIAR.