El enfoque ASA

Porque una buena gestión del agua comienza con la regeneración del suelo

Cultivando el suelo, cosechamos agua y producimos más

Los agricultores en Centroamérica y México se enfrentan a un grave reto. Los patrones de lluvia son cada vez más erráticos, las temperaturas siguen aumentando y hay más sequías. Todo esto amenaza los medios de vida de miles de agricultores de pequeña escala que dependen de las lluvias estacionales para producir. Las prácticas agrícolas como la fertilización incorrecta, el sobrepastoreo, la quema y la deforestación de las laderas limitan los rendimientos agrícolas y exponen a las familias a mayor vulnerabilidad frente a los cambios drásticos del clima.

ASA propone cambiar las prácticas convencionales de la agricultura en laderas que dejan el suelo desnudo. Prácticas ASA como los cultivos de cobertura protegen el suelo de la erosión durante las fuertes lluvias mientras capturan agua para sostener los cultivos, incluso durante intervalos de sequía. Con este enfoque, ASA ha probado que los agricultores pueden alcanzar rendimientos raramente vistos en la agricultura de pequeña escala.

Prácticas clave de ASA
Cuando el suelo está protegido y el agua verde se usa de manera eficiente, se aprovecha al máximo cada gota de lluvia. Esto se consigue mejorando la infiltración y retención del agua en el suelo, lo cual aumenta la humedad disponible para las raíces de los cultivos y evita la pérdida de agua por escorrentía o evaporación. Mantener los suelos cubiertos y manejar la fertilidad del suelo aumenta la materia orgánica, restaura la salud del suelo y conduce a mayores rendimientos. Esta práctica también juega un papel importante en la restauración y conservación de los recursos hídricos de las comunidades río abajo.
ASA representa un triple beneficio para la productividad, los recursos naturales y la resiliencia de la agricultura de secano.
ASA es agricultura basada en conocimiento y evidencia  
Los sistemas de la agricultura de pequeña escala varían considerablemente en la región, al igual que las condiciones del suelo. No existe una fórmula universal para los retos que enfrentamos. Por eso ASA propone una agricultura basada en el conocimiento y no en recetas. ASA fundamenta las decisiones críticas para el manejo del suelo y el agua en el conocimiento y la evidencia, generadas de la experimentación por agricultores.
La gestión sostenible de los recursos hídricos empieza con el suelo
Las prácticas agrícolas tienen un impacto profundo en la calidad y cantidad de agua disponible para las poblaciones, rurales y urbanas. Por eso, ASA tiene un enfoque que va más allá de la finca y trabaja en el paisaje agrícola. Varias iniciativas ASA en la región están trabajando a nivel territorial para conectar a los usuarios y gestores de agua, rurales y urbanos, para la restauración y protección de este recurso vital.
GESTIÓN COLABORATIVA PARA LA TRANSFORMACIÓN
Aspiramos a que miles de familias agricultoras tengan mayor acceso a servicios públicos y privados para la restauración del suelo y el agua hacia medios de vida más resilientes. Contribuir a que estos cambios sucedan requiere un esfuerzo conjunto y colaborativo. Acompañando el trabajo en plataformas y redes de colaboración entre instituciones, gobiernos nacionales y locales, asociaciones de productores y otros actores del sector privado y la sociedad civil, buscamos desarrollar una visión y acción compartida para la transformación.