-Entrevista con Mayesse da Silva- Ya hemos escrito en este blog varios artículos sobre esta innovadora metodología para el mapeo digital de propiedades funcionales del suelo. Y quizá el título de este nuevo artículo les sorprenda, por aquello del “conocimiento mutuo”. Hasta ahora hemos hablado bastante sobre la capacidad de estos mapas para ofrecer una información y un conocimiento al servicio de los tomadores de decisión en todos los niveles. Es decir, que hasta ahora habíamos siempre presentado estos mapas digitales como una herramienta para ofrecer conocimiento a nuestros “clientes” (si es que me permiten la licencia poética).
Tengo que reconocer que a mí también me sorprendió, cuando Mayesse da Silva, investigadora en suelos de CIAT, me explicaba que encontraba en los mapas una herramienta muy útil para recabar y recolectar la información y conocimiento de los agricultores sobre sus parcelas. Ya hemos conversado en otras ocasiones con Mayesse desde este blog. Ella está colaborando con el proyecto Raíces-Ahuachapán precisamente como especialista en este tipo de mapeo. Quizá recuerden las virtudes de esta metodología que ya hemos traído a colación en este blog. Entre ellas se encontraba su cualidad de “mapas vivos”, actualizables, y que podrían incorporar el conocimiento experto. En efecto, en honor a estas características, hoy Mayesse nos explica cómo podríamos incorporar el conocimiento de la finca que poseen los propios agricultores y utilizar el mapa para intercambiar con ellos la información de ambos. Pero, demos la palabra a Mayesse y después la palabra es de todos ustedes que pueden enriquecer este artículo en los comentarios:
La información de los mapas no tiene por qué ser tan vertical
En cuanto al uso de los mapas digitales de propiedades funcionales de suelo, una cosa que yo estoy pensando con Raíces es que los mapas son algo muy visual. Es mucho más fácil mostrar a un campesino, con un mapa, su propiedad y sus suelos; e interactuar con él. Tú le puedes mostrar dónde están sus mejores suelos, según tu mapa, y ellos pueden ayudar en esta validación de la información que estamos trabajando. Nosotros podemos, de cierta manera, con estos mapas, ir mostrándoles también cómo pueden combinar este conocimiento que ellos tienen de sus tierras con la información que estamos generando, para que no sea algo totalmente “vertical”.
No es una metodología matemática y necesitamos validar en el campo la información
Esto es lo rico de la metodología que estamos aplicando de mapeo de suelos, que es la misma que están trabajando en ASA. Lo lindo de esta metodología es que es una metodología que no es totalmente estadística. Es una metodología donde yo digo: bueno acá yo vi este suelo, con esta característica, y el señor me dijo que tenía esta característica. Entonces yo introduzco en mi modelo estas características.
Hay varias maneras de hacer mapeo digital de suelos. Muchos modelos son matemáticos: yo sumo toda la información y tengo todos los mapas. En esta metodología matemática, no necesitamos venir al campo. Pero nosotros sí tenemos que ver los suelos. Tenemos que ver cómo lo aplicamos, tenemos que hablar con la gente, con los sueleros, especialmente con los que tienen larga experiencia para entender cómo ellos ven los suelos, para comprender las diferencias de un suelo con otro y colocar esta información en el modelo. Claro, el conocimiento de los sueleros, por conocer la taxonomía o las propiedades, tiene un peso mayor. Pero también lo que sabe un campesino sobre su propia finca es importante; porque ellos sí conocen sus suelos. Ellos saben dónde su suelo es bueno.
Con toda la información yo monto el modelo, como un rompecabezas
Yo recolecto esta información y voy montando mi rompecabezas. Toda la información es importante para construir el mapa de suelos porque yo estoy buscando entender cómo los suelos están variando en el paisaje. Yo quiero mapear, identificar cómo están variando. Yo necesito saber qué hace que ocurra algo en un suelo y qué hace que no ocurra. Yo tengo que saber y tengo que empezar a diferenciarlos. Toda esta información es muy importante a la hora de hacer un modelo.
Podemos hacerlo, por ejemplo, en los mapas de la finca. Él me va a enumerar características y yo analizo estas características porque me pueden dar un indicativo. A veces, la finca tiene mucha roca o hay mucha inundación. Con otras capas de relieve, formas del paisaje, pendientes; yo consigo ir diferenciando y agrupando lo que llamamos unidades de suelo; o sea grupitos más homogéneos de combinaciones de suelos que me marcan la diferencia y todo esto yo lo añado a mi modelo.