El agua es esencial para cuidar nuestra salud frente al COVID-19; sin embargo, la práctica agrícola de la quema representa una amenaza para este y otros recursos naturales invaluables. Al quemar los rastrojos se elimina una capa protectora del suelo, reduce la infiltración del agua y en consecuencia conlleva a la perdida de nutrientes, asimismo se liberan gases perjudiciales para la salud y el ambiente. El ingeniero Carlos Zelaya explicó en el noticiero de Canal 11 sobre esta práctica dañina y el impacto que puede tener en Honduras y nos brinda sugerencias de cómo el uso del rastrojo ayuda a preservar el buen estado del suelo.