Esta semana en “Con los Pies En La Tierra” escuchamos el episodio titulado “Entre caminos y rastrojos”. Luego de esa fuerte caída en moto que sufrieron Ismael y Anita, tuvieron la oportunidad de conocer a Crescencio y su familia, quienes ayudaron a estos accidentados jóvenes, mientras reparaban su moto.
Recorriendo la parcela de Crescencio, este experimentado agricultor les contó como antes quemaba el rastrojo de sus cosechas y como un día el fuego se salió de control y casi lo daña. Sin embargo, hoy gracias las prácticas ASA aprendió a utilizarlos como cobertura, mejorando la fertilidad y la humedad del suelo y además disminuyó los costos para producir.
Gracias a Crescencio hemos aprendido que un suelo sin cobertura es un suelo indefenso – descubierto ante la sequía, el calor y la lluvia. Por eso, la cobertura de los suelos es importante ya que permite que estos estén más y mejor protegidos, evitan su erosión y la escorrentía de la lluvia. Además, permite también algo muy valioso: que más lluvia penetre y se almacene en el suelo, reteniendo la humedad por más tiempo.
Los rastrojos, son esos deshechos que quedan después de la cosecha y juegan un papel muy importante y multifuncional en el suelo. Lo más importante es reconocer que no son basura y no deberían ser quemados: si los quemamos, también perdemos la productividad de nuestras tierras.
En ASA hemos realizado mediciones de la humedad del suelo y comprobamos que en las parcelas donde se aplica la cobertura de rastrojos, se logró capturar de un 4 a 5% más de humedad, que en parcelas que se manejan de forma tradicional. Pero ¿Qué significa un 4% de más de humedad? Son 160 metros cúbicos más de agua por hectárea, es decir, por cada metro cuadrado, hay 16 litros de agua extra. Por eso, en ASA promovemos las coberturas del suelo como un mecanismo de protección que no solo nos brinda mayor resistencia a la sequía, también genera y un mayor valor comercial en nuestra producción.
Además de la protección del suelo y conservar la humedad, dejar los rastrojos en la superficie representa dinero, ya que el 52% de los nutrientes que usamos en el cultivo quedan en el rastrojo y al descomponerse enriquecen el suelo de nutrientes. Por ello es importante devolverlos al suelo para mantener su fertilidad, hacerlo más productivo para utilizar el mismo terreno año tras año.
Con toda esta información nueva, Ismael y Anita seguirán su camino aprendiendo nuevas prácticas ASA. Así que no te puedes perder tu programa de agricultura favorito “Con los Pies en la Tierra”
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